Menu
Compartir en facebook->> Compartir en FB

Jay Silver y Eric Rosenbaum, ambos de 32 años, lograron el portento usando el MaKeyMakey, un dispositivo que les permite convertir objetos cotidianos en dispositivos táctiles.


El MakeyMakey puede convertir una fruta, animales e incluso humanos en teclados.
Y según explicaron a la BBC, la idea de este proyecto es permitir que la gente "vea el mundo que le rodea como una caja de herramientas".


El paquete básico contiene un cable USB y una caja de circuitos a medida con pinzas de cocodrilo acopladas. Los circuitos se programaron para sustituir al teclado de computadora convencional.
Una vez que la caja de circuitos se conecta a un computador o laptop vía USB, las pinzas de cocodrilo pueden conectarse a cualquier objeto que conduzca electricidad.
¿Pero eso es seguro? Rosenbaum afirma que la cantidad de corriente utilizada en el equipo es muy pequeña y no detectable cuando se conecta a un cuerpo humano o animal.
Según aclaró, se incorporaron fusibles en la caja así como un Puerto USB para que sea inofensivo. De hecho, un grupo en defensa de los animales contactado por la BBC no expresó ninguna preocupación al respecto.

Silver y Rosenbaum tuvieron la idea durante un viaje por carretera en California hace dos años.
Rosenbaum, un programador autodidacta con estudios en educación, explicó que ambos querían cambiar la forma en que la gente se relaciona con la tecnología.
"A los niños les aburren las matemáticas y las ciencias por el modo en que se enseñan. Queríamos facilitar a la gente el uso de la ingeniería como una herramienta para estimular la creatividad".

Unas 150 versiones del equipo están disponibles para ponerlas a prueba, y Ann Marie Thomas, de Minneapolis, es una de las afortunadas. Según afirma, incluso su hija de cuatro años consiguió conectar el equipo sin ayuda.
"Mis niños lo adoran. Mi hija fue capaz de enchufarlo y programarlo. Ha probado con papel de aluminio y plastilina, e incluso ha conseguido conectarlo a si misma".
Thomas, una exprofesora de ingeniería, entrena a futuros profesores de ingeniería y piensa que este sistema tiene mucho potencial para ser usado en escuelas".
"Es una forma muy buena de atraer a los niños a la ciencia y la tecnología", asegura, "ayudó a mi hija a entender cómo funcionan los circuitos".
Efectivamente, la plastilina puede conectarse al equipo y utilizarse como un mando de juegos.





 
Subir